Hay realidades en la vida que si bien son duras es mejor afrontarlas de una sola vez. Quienes vivimos en la periferia de la capital de Chile pero que igual pertenecemos a ella y en donde el transporte público no es licitado (y no hay fecha aun para que así sea) nos sentimos una vez más discriminados esta vez por empresas del transporte, empresas que son un verdadero poder en las sombras que hacen y deshacen.
Quien regula esto?... el Gobierno por medio del Ministerio de Transportes, pero lamentablemente este ministerio poco y nada puede hacer. Los empresarios de este rubro solo se preocupan de cumplir con las mínimas exigencias que este ministerio les exige como requisito para operar (Frecuencia, antigüedad de las maquinas, recorridos establecidos, paraderos, etc) y la suerte de los usuarios está echada.
Acá no existe un marco regulatorio que proteja al consumidor, no están determinadas las horas de partida y de llegada, tampoco los tiempos de duración de los recorridos, la cantidad de pasajeros de pie, las tarifas, las condiciones de los buses ni los castigos en caso de incumplimiento de una de estas medidas. La empresa SEDAN ni siquiera cuenta con el sistema operativo de control de flota que es fundamental para controlar los tiempos de desplazamiento entre los buses.
En las reuniones que he sostenido con el Seremi de transportes en relación a la mejora de este servicio en nuestra comuna y respecto a mis dudas de la fiscalización de los buses SEDAN, este ministerio me informa que se han realizado 42 controles en los primeros seis meses del año y que se han cursado 5 infracciones. Los datos reflejan lo poco serio de estas medidas, ya que si hacemos un simple cálculo la empresa SEDAN realiza por parte baja alrededor de 10 mil viajes durante el primer semestre del año 2011 entre Santiago / Til Til y viceversa, entonces 42 controles claramente son insuficientes.
Por otro lado, las ganancias, la rentabilidad del servicio, el número de pasajeros transportado, las variables utilizadas para modificar las tarifas son factores desconocidos en lo más absoluto. De esta manera es imposible saber si las ganancias de estos señores son acordes con las rentabilidades "normales" de un buen negocio o se han transformado en empresarios rentistas ante la falta de regulación.
Cuando se habla de comunas pobres, inmediatamente pensamos en comunas como La Pintana, La Granja o Conchali pero no olvidemos que nuestra comuna de Til Til está dentro de las más pobres de la capital de Chile. Un buen transporte público es fundamental para mejorar la calidad de vida de esta sociedad en la que estamos inmersos y cambiar esta cruda realidad. Cuando un vecino de Til Til llega tarde a su trabajo porque el bus no paso a la hora, es un trabajador que pierde la confianza de su empleador o cuando un Tiltilano discute con el chofer por su mala atención, es un trabajador que parte mal el día y seguramente no rendirá lo suficiente en su trabajo.
Como se soluciona esto?... licitando el servicio, colocando normas claras, regulando y a partir de ahí fiscalizar y multar a aquellos que vulneren la ley. Por el momento, solo nos queda esperar que las reuniones de trabajo que hemos tenido hasta el momento den los frutos esperados y que en los próximos meses entre en operaciones una nueva empresa de buses acá en Til Til. A pesar de todo esto sigo insistiendo que más temprano que tarde Til Til tendrá el transporte que se merece.
Saludos
Til Til siempre!!
